Después de leer unos cuantos
comentarios en la red no me pude resistir a la tentación de probar una pala
groenlandesa, la que toda la vida han usado y siguen usando los nativos de
aquella parte del mundo.
Nunca había tenido en mis
manos una de éstas, era algo arriesgada su compra pero quería intentarlo.
Finalmente me decidí a
comprársela al artesano alicantino Rafa "Rafanook", sus creaciones,
su amplia oferta, su blog, su experiencia, sus técnicas de paleo, el ser de la
tierra, etc, me convencieron.
Y llegó mi pala, como regalo
de reyes. La primera impresión al sacarla de su protección fue deslumbrante.
Qué línea, qué curvas tan perfectas, qué dibujo, qué acabados, qué ligereza...