"Tato": MERO Y DENTÓN a jigging

Antes que nada, presentar a mi amigo Juanjo “Tato”. Últimamente no aparece mucho en foros con relatos y capturas debido, sobre todo, a que por unas cosas u otras tiene muy pocos raticos para meterse en el agua.

Todavía recuerdo aquella jornada en que a un grupete de kayakeros nos entraron las barracudas a jigging y pasamos un buen rato con ellas, pero en la foto, sobresalía aquella impresionante barracuda de 6,5 kilos capturada por este gran pescador que es “Tato”. Pronto o tarde le tenía que llegar su oportunidad y como vereis a continuación, no la desaprovechó.

Bueno, os dejo con su relato del que no he tocado ni una coma y que no tiene desperdicio. Enhorabuena, Juanjo.

Felices Fiestas a todos.

Saludos.

"Pescaatot"

 

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Todo comenzó un día después del almuerzo de empresa….

 A las 8 y poco de la mañana me disponía a entrar a pescar por mi zona habitual a aprovechar la calma del mediodía antes del levante, viendo de reojo al llegar que ya había dos kayaks en el agua y sabiendo que eran compañeros me dispuse a preparar la entrada presenciando un mar tranquilo que invitaba a entrar.

Ensillando mi montura mientras armaba las cañas para lo inesperado sucedían en mi mente imágenes de jiggs bajando sinuosos hacia lo desconocido, en esa zona donde el agua se torna transparente, y por mi mente pasaban fotos de compañeros de batalla con sus capturas y casi podía saborearlo, esa lucha, esa adrenalina, hacia que mis manos anudaran rápido los aparejos de las cañas para empezar la aventura.

La mañana sucedió tranquila, el mar en calma pero rugoso por la brisa, la ausencia de gaviotas predecía la ausencia de pelagicos, quizás alguna sepia que invitar a cenar ahora por navidades…jejejeje. Al llegar a los compañeros me dicen que de momento ninguna picada y tengo el placer de conocer a el compañero Quique y Jotremes, esperando al amigo Pedro seguimos con la pesca.

 

Después de mucho intentarlo, cambiar de zona unas 2 millas, derivar desde los 4 hasta los 15 metros en repetidas ocasiones sin picada alguna de ninguno de los tres llega Pedro y nos ponemos a pescar y a charlar y quizás sea uno de los mejores momentos para mi, el mar tranquilo, una charla de pesca con un buen amigo, viviendo experiencias pasadas como si fuera ayer, es a la vez también un poco triste en parte…rodeado de palangres kilométricos y comentando sin más remedio lo mala que esta la pesca y lo difícil que se torna entre los compromisos y el tiempo tener la opción a vivir un día bueno de pesca en el que conseguir alguna experiencia de porte…

 

 

Y agradablemente pasamos la mañana intentando pescar alguna sepia que por lo visto no es los planes que ellas tenían.

 

A cosa de la una y media mas o menos, con el mar precioso y un ligero viento de Garbi mis tres compañeros se disponían a salir a para retomar fuerzas y tomar un aperitivo con la idea de volver a entrar después y al enterarme me vino una imagen a la mente que llego como un estruendo¡¡¡¡ como la película de jiumanji¡¡¡ trrrrooooommmmmm ((( EL ESCALON)))) ajajajajaja y me dije a mi mismo…estos después van a entrar…el mar esta de lujo…aún no son las dos y marca calma total hasta las tres y media y después un leve levante que incluso me empujara apaciguando mis brazos hacia la orilla….todo me incitaba a la aventura¡¡¡.

 

 

 

Así que me dispuse a entrar… después de cuatro horas de pesca, habiendo perdido ya casi la costumbre jejeje los lumbares y demás recuerdos de guerra te recuerdan su existencia pero sin prisa y sin pausa me dirigí a mi meta, unos cuatro kilómetros me separaban de allí, me entretuve haciendo curri con un bony con la esperanza de que alguna jurela etc me alegrara el camino pero llegue a la zona sin picada alguna.

 

Al llegar, la sonda, que iba cuando quería, por un mal contacto de la batería, me anuncio que ya estaba en la zona y que encima no estaba solo…

 

El primero en visitarme fue un pagelito que me recordó lo que es sentir una picada (por leve que sea) jejeje y acompañado a las pocas bajadas mas por una oblada de buen porte, ya era feliz ¡¡¡ aquellos dos pececillos aunque no les invitara a cenar ya me habían alegrado el día ¡¡¡ jejeejeje.

 

Me dispuse a hacer otra deriva por el desnivel ya casi a tiento por los fallos de la sonda, El Jigg llego al fondo, y como siempre hago, con el dedo sin cerrar el pik up freno el hilo y doy un tironcito a la caña para que el jigg suba medio metro y me de tiempo a prepararme y al mismo tiempo no enrocar, cierro el pik up doy la primera manivelada y pum picadon¡¡¡¡ silencio total…en ese momento el subidon de adrenalina es tal que es como si lo vieras en una película, me pinchas y no me sacas sangre jajaajajajajaj

 

 

Después de 3 segundos de durísima lucha se desclava…todo me baja de golpe, respiro hondo y pienso guau….que seria…me hubiera encantado saberlo…pero aún sin aliento por los tres segundos vividos me dispongo a dar cinco o seis paladas cara al viento y volverlo a intentar.

 

La picada es inminente, practicando la técnica denominada yoyo, a la segunda subida picadon, creo que en el momento de picar se puso a agitar la cabeza de un lado a otro porque solo notaba golpes en la caña, pero al poco después, cuando ya lo tenía firmemente clavado, al bombearlo, me demostró que iba a ser un firme rival y que no iba a ser fácil.

Todo transcurrió tan rápido…después de unos cabezazos dio una carrera que consiguió sacarme cuatro o cinco metros de trenzado, en ese momento empecé a bombear firmemente y ganarle palmo a palmo la línea que tanto deseaba para llegar a su agujero favorito donde colecciona jiggs pensaba yo… jejeje, el subidon de adrenalina era importante y mi mente empezaba a imaginar la especie y el tamaño pero ni imaginaba que por fin fuera un dentón ¡¡¡ uno de los peces de mis sueños ¡¡ un pez mas que pasaba a la lista jejeejej.

Verlo aparecer bajo mis pies con ese color azulado fue como un regalo, tantos días de pesca soñándolo habían llegado a su fin, verlo sobre mi kayak era como un sueño, que librea, que robustez, sin duda una especie digna de mención que me hizo pasar un rato inolvidable.

En ese momento quisieras contarlo.. pero no hay nadie…te das cuenta que estas solo, que solo estas tu mismo y al mismo tiempo te sientes tan pequeño, y sientes algo muy ancestral, algo que te une fuertemente con el mar.

 

 

 Aprovechando lo visto, sin mas dilación me dispongo a probar de nuevo…pensando a su vez en cuando se lo cuente a varios que yo se me… jejeeje el primero mi padre que además de iniciarme muy pequeño en el arte de la pesca siempre me animo a iniciarme con el kayak y siempre se lo agradecere.

 

Una llamada inesperada denota la preocupación de los fieles compañeros al ser ya las cuatro y yo haberles dicho que saldría sobre las tres, era el amigo Pedro, que ya casi tenía el kayak en la baca jejee y al contarle lo sucedido se hizo el silencio… y se rompio con un (esperame que voy ¡¡¡ ) jejeejejeje

 

Y en ese momento, a escasa distancia del arrecife siguiendo con el yoyo tuve una picada brutal, no los cabezazos anteriores, sino un tiron tremendo que metió la caña en el agua hasta la empuñadura y que no me volcó porque tenia las piernas por fuera del kayak jejeje, en ese momento la adrenalina se mezclo con una sensación de temor, de no poder llegar ni siquiera a saber que seria, de no poder llegar a verlo, y me dispuse a bombear sin tregua pero muy lentamente y con mucho esfuerzo, algo me decía que aquello no era lo mismo…quizás un cabracho gigante mucho mas grande que el que saque un día…empezó a subir lentamente, me costaba realmente recuperar cada palmo de línea, aquello era algo grande…y entre mis piernas los coletazos esporádicos del dentón me recordaban que estaba allí, que hoy encima había doblete¡¡¡ madre mía que pasada¡¡.

El nudo del bajo me avisaba de que la espera estaba llegando a su fin, que por fin lo vería ¡¡¡¡, que por fin descubriría de lo que se trataba y de el tamaño que tenia, cuando de repente me asome debajo del kayak y vi ese color marrón con motitas blancas….ostras es un mero¡¡¡¡ lo vi, con todas las aletas extendidas, las agallas abiertas y esa bocaza roja, que preciosidad, sin duda una imagen inolvidable.

Al llegar el amigo Pedro imaginároslo….no solo había embarcado un dentón de unos 4 kilos sino que ahora también tenia un mero ¡¡¡¡¡¡ La alegría y las felicitaciones no tardaron en brotar y después de admirarlos un segundo le dije a Pedro (aprovecha y pesca Pedro),porque nos habíamos quedado los dos pasmados mirando jejejeje.

 

Después de hacer varias pasadas mas, ya sin ninguna referencia porque la sonda ya no funcionaba, y sin ningún fruto por el cese aparente de actividad decidimos poner rumbo a la playa donde esperaban Kike y Jotremes.

La salida fue triunfal jejeje cortejada por mis amigos y algunos pescadores de surf que allí estaban.

 

Y llegaron las risas y la alegría, incluso aplausos ¡¡¡ jejejeej era un día especial… un día para el recuerdo.

 

 

Ni que decir queda que estas capturas en parte son también vuestras, vuestros ánimos para que me iniciara en esta modalidad, las millas que hemos remado juntos,  los relatos que un día leí de vuestras hazañas que para mi eran el techo, y ahora he podido saborearlo, y he decidido compartirlo con todos vosotros y quizás animar a alguien a empezar y infundir en su mente los sueños que un día me infundisteis a mi, os lo dedico a todos.

Saludos.

Juanjo "Tato"